Entre recuerdos y promesas

De lunes a lunes, pero con poco más de un mes entre ambos. Así cerré para mi mismo las rodadas de fin-inicio de año.
Rodando rutas clásicas, Mosca, la Torre 2, Bugambilias, Hermosísima, el camino ancho y el “amigo” salsipuedes, y rodando también algunas rutas que aún con los años que llevo rodando en el Bosque la Primavera, no me las sabía!!!.

Rumbo a la T2
Terminando “Salsipuedes”
Una vista desde Bugas a la “perla tapatía”

 

 

 

 

 

 

 

Rodando a solas, rodando con amigos, rodando con los conocidos amigos y con nuevos amigos, con veteranos, con los nuevos .

 

 

 

 

 

 

Es lo que alimenta la vida. Hay que saber disfrutar cuando rodamos con los amigos; la plática de novedades y recordando anécdotas. Las rodadas en soledad; que si uno lo piensa bien, creo que son las menos solitarias de las rodadas.
Cuando ruedas “solo”, si te lo permites escuchas como pocas veces a tu propio ser, tus propias ideas, tus propios recuerdos, se te acercan las anécdotas a ofrecer algún aprendizaje “ad hoc” a tu momento, si te fijas bien y bajas tus defensas, hasta puedes escuchar al bosque, el viento, la tierra, las nubes, la roca al filo de la vereda (y no soy Yoda), susurrando a veces o hasta gritando también eso que tanto estas buscando no sólo ahí en la ruta, sino acá en el diario, en tus quehaceres, en tu andar cotidiano.

Así que cuando ruedes, sea sólo o acompañado, disfruta de los amigos, disfruta de tu bici, disfruta del frío, del sol, disfruta de tí, de tu cansancio, de tu esfuerzo….

Al poleo y de regreso (Salsipuedes):

La T2:

Subida a la Mosca y bajando hacia Cerritos Colorados:

La clásica Bugas:

T1 y un poco más:

Mi querido bosque:

Rueda y se feliz.

 

 

 

 

Ro

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