Cronica de la amistad

La amistad se da, no se gana. La amistad se fortalece con acciones, no con palabras. La amistad bien pudiera verse como una rodada matinal. Como cualquier otra ocasión en la que puestos de acuerdo o por pura casualidad, compartimos durante unas horas la brecha, el camino, el polvo, el frío, el sol, las historias, el apoyo, las risas, las sorpresas, las caídas y las levantadas.

Empezamos a una misma voz y nos acompañamos, aún sin vernos. No es necesaria mucha alaraca para planear la ruta o como en algunas ocasiones, para modificarla. Compartimos los cuidados, los avisos y descubrimos algún nuevo recodo del camino. Y ante alguna eventualidad surge el apoyo de los otros, la sana carrilla quizás, pero siempre la ayuda requerida.

Podemos en momentos encontrar distancias entre cada uno, al fin y al cabo no hay nadie igual (bendito!), y unos pedalean más rápido que otros, otros empeñan las piernas y otros, como dijera un buen amigo… “pedalean con el corazón”. Así bien, el grupo de alarga, se ensancha, dependiendo de la ruta. Pero al final, en el puerto, se vuelven a encontrar, ahí es donde la amistad retoma bríos, en las historias de cada uno van los eslabones que las hacen duraderas, las hacen genuinas y le dan forma a un grupo y equipo.

Es singular esta forma de encontrar las razones para saber porque rodamos. Porque es verdad que es así que las rodadas no terminan cuando bajamos de la bicicleta, se siguen con uno en nuestro andar de cada día, cuando estamos hasta el “gorro” de trabajo sentados ante el monitor, o corriendo cada cual para alcanzar a su pareja en la reunión de la escuela, o batallando con el tráfico malvado que conjura para que lleguemos tarde por lo “chilpayates”. O bien cuando hemos librado la batalla contra la rutina, y triunfantes salimos a la cena con amigos o a la comida de familia. Siempre viene esa rodada con nosotros, porque somos parte de un camino, que no importa cuántas veces rodemos, siempre será parte de un eslabón nuevo, en esto que puedo llamar la amistad.

O no?

DSCF7150 DSCF7148 DSCF7145 DSCF7149 DSCF7142 DSCF7138

One Reply to “Cronica de la amistad”

  1. Muy acertados comentarios mi estimado Ro, cabe mencionar que se necesita constancia para mantener una amistad y la constancia en las rodadas con los amigos nos ofrecen la gran oportunidad de fortalezer tanto la amistad como la condicion fisica 🙂

Responder a FerS Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

Compartir y pedalear

Que razón tienen los que dicen que rodar es mucho más que subirse a una bicicleta y pedalear por ahí…. El otro día descubrí que la bicicleta bien podría ser un medio… no, más bien un instrumento (cual instrumento musical…) para reducir el caos de nuestras ciudades. Y no fue  por otra cosa que por […]

Regalos de una rodada tempranera…

Hola, Aprovechando unos minutos del día, levantándonos con el sol, nos adentramos a la mosca, hoy a ritmo de camara… si, atentos a descubrir esos rincones que generalmente pasamos sin ver. Esos recovecos que aparecen por momentos y luego cambian de lugar, cambian de forma.Para mis amigos “chochenteros”… no alcancé a ver pitufos esta vez, […]

Otros cuatro…

Hace algunos ayeres, otros 4, fantásticos o no?…Rodar en solitario tiene sus ventajas, tiene sus bemoles… lo mismo rodar en grupo. Aquí un camino compartido… una brecha donde todos caben, un momento de ir platicando las anécdotas, los planes, los chistes, las opiniones divergentes o las ideas comunes. Vamos a la par y aun así […]