Decir gracias es de lo primero que nos enseñan nuestros papás. Y creo que es porque decirlo nos abre puertas y nos hacer ser amables. Y es por eso que nos gusta pasar por aquí en bicicleta. Casi siempre llegamos aquí luego de haber rodado ya un montón y estamos cansados, con sed. A veces pasamos solamente levantando polvo, otras nos detenemos en la tienda a comprar algo. Lo que siempre vemos son los rostros amables de quienes viven aquí, y las sonrisas de las niñas y niños que se ríen cuando nos ven pasar.
Es un gusto rodar por su casa y darles las gracias por poder pasar por aquí. Nos gusta mucho el paisaje, los caminos son difíciles pero así nos gustan, porque nos hace superarnos y ser mejores a nosotros mismos. Y nos gusta que nos compartan parte de su casa, de sus caminos, de sus paisajes y de sus buenos días o buenas tardes cuando rodamos por la Morena y las otras comunidades de los alrededores.
Así que hoy venimos con el gusto de compartir ahora nosotros con ustedes. Y al mismo tiempo que les damos las gracias los invitamos a que no se preocupen cuando ven que las cosas se ven difíciles. Piensen que son oportunidades para dar lo mejor de cada uno de ustedes, y poder ayudar a sus papás y sus vecinos a mantener su casa bonita y los campos creciendo, igual que ustedes. Como cuando rodamos en bici, lo mejor es que todo el esfuerzo al final tiene recompensa.