Claro que no se trata de pasar sobre los demás, estariamos cayendo en el error de la soberbia. Pero esta imagen es el grito de muchos que estamos en el camino, en la brecha, en el arroyo de la calle. No pedimos eliminar los autos, no es la idea regresar a los caballos y carrozas. Creo yo en la humildad de la bicicleta y en su naturaleza incluyente. Desde el mismo hecho de que no pide al humano, dejar de ser humano para poder rodarla. Más bien es un instrumento que potencializa las capacidades de nosotros como personas, desde el punto de vista tanto físico como el emocional, el cultural y el espiritual.
Estamos en el momento preciso para incluir no solo a la bicicleta o al transporte público masivo, es el punto exacto para sumar al propio ser humano a la ciudad y su entorno.
Así que sigamos adelante, sigamos rodando, sin dejar de soñar, sin dejar de planear como llegar a ser la ciudad que realmente merecemos tener.
Nota: La imagen me la mandaron(Gracias MariJo), no se de donde llegó, pero que bien que llegó… esta genial!
Invitación / Charlas Ciclistas / Rodrigo Díaz – “La revolución en 1 metro 20 centímetros”
Jueves 13 de Enero/ 7:50 pm / Capilla Elias Nandino – Ex Convento del Carmen / Juárez y 8 de Julio
ENTRADA LIBRE
La culpa no es del automóvil, sino de quien lo maneja, que ve en él no sólo un medio de transporte, sino un símbolo de ascenso social. Revertir esta idea, tan nociva para la calidad de vida urbana, no es tan difícil como parece. Rescatar el placer de caminar en la ciudad es tarea fundamental del urbanismo contemporáneo, y para ello a veces sólo basta un poco de sentido común y 1 metro y 20 centímetros.
Acerca de nuestro invitado:
Rodrigo Díaz es arquitecto titulado en la Universidad Católica de Chile y master en planificación urbana en MIT. Chileno y peatón militante, se enorgullece de jamás haber poseído un automóvil en su ya prolongada juventud. Hoy radicado en la ciudad de México, dedica su tiempo a escribir sobre temas urbanos, aprovechando la infinita inspiración que la ciudad en que habita le brinda día a día.
Funcionario público por convicción, músico frustrado, futbolista mediocre, extraordinario jugador de taca taca, y colaborador ocasional de medios prestigiosos y otros no tanto, sobre él se ha dicho que como arquitecto es un estupendo cronista, cosa que en nada le molesta, y que como cronista es un arquitecto del montón. Sin embargo, él prefiere considerarse un Julito Martínez de la ciudad, concepto que los mexicanos jamás entenderán en toda su magnitud.
Ciudadpedestre
Creo q lo importante es tener igualdad de privilegios para los q optamos por movernos en dos ruedas, así como tener una infraestructura adecuada y sobre todo el respeto de los automovilistas, la cultura vial, de esta manera quien desee este tipo de transporte lo pueda hacer sin tener q preocuparse por los riesgos.
Creo q mucho se ha privilegiado al transporte privado. ojo no estoy satanizando a los utomóviles, pero me parece que el colectivo, el transporte público pues, debería estar por encima del particular ya que según estadísticas mueve más gente, y estos no pueden circular por pasos a desnivel, puentes o vías rápidas.
Muy bien amigo, me encantaron tus comentarios, ojala todos tomemos conciencia de cuidar el medio ambiente y a nosotros . Carmen