Si, la mente esta clara, necesito reposo para sanar el “trancazo” que me dí rodando hace casi un mes. Pero el espíritu esta inquieto, me falta la calma que me produce recorrer las veredas y los senderos.
Ya en unos días podré regresar a la rila y recorrer las rutas, en los bosques y en la ciudad. Algunos quizás no lo entiendan, pero para gente como nosotros, ya rodar no es un “agregado”, es una necesidad, es una parte de nosotros, es como las vitaminas, no moriremos por no tomarla pero no estamos al 100% si no las ingerimos.
Y aparte, para mí, primeramente rodar es un “statment“, una declaración. Es mi forma de decir: Soy libre, soy capaz, soy responsable, soy amable y si lo puedo ser yo, tu también!
No soy evangelista de las ruedas, porque no vengo a prometerte futuros borrosos o poco claros, te demuestro un presente claro y disfrutable. No vengo a levantar mi espada contra los que no ruedan, vengo a demostrar que todos tenemos lugar y podemos compartir los caminos y disfrutarlos juntos.
Y como digo, descubro que necesito subirme a mi bici y rodar y rodar… no porque vaya a morir si no lo hago, sino porque me ayuda a seguir siendo mejor!
¡a rodar!