Torre 1.
La meta de algunos para pasar de la novatez al experimentado ciclista de montaña en la zona de Guadalajara.
El reto de otros que no debe faltar en las rodadas de cada mes.
La medida para saber en que nivel estamos de nuestra condición, necesitamos más o menos?
La amada que nos cobra la ausencia con demasiados intereses cuando la desatendemos por varias semanas.
Un entrenamiento que no debe faltar si estamos queriendo mejorar nuestra resistencia, consistencia, técnica, paciencia, sapiencia en el ciclismo de montaña…
Creo que es eso y más… o capaz que nada de lo antes dicho…. basta recordar cuando hemos llegado a ella en otras ocasiones…
Rodar a la T1 es un triunfo para el ciclista, es un motivo de admiración para algunos, pero creo que también es una fiesta para el mismo bosque. Nuestro bosque es un ente vivo y, yo estoy seguro que se alegra cada que llega un ciclista que es honesto consigo mismo y con su esfuerzo. El ciclista que simplemente ha decidido ir a visitar a una vieja amiga, una maestra, y ofrecemos nuestro sudor, nuestra fuerza, la agitación de nuestra respiración y el peso de nuestro palpitar. Nos regala mucho más que la satisfacción del reto superado, nos ofrece una vista de nuestra tierra que es diferente a lo que vemos siempre. Tenemos una perspectiva diferente de nuestros problemas, de los retos y las sensaciones del diario. Nos da una vista que sólo pocos logran, de ver que somos simplemente una pequeña parte de este mundo y podemos extender nuestra visión no sólo cientos de kilómetros con la vista sino eones con nuestro espíritu.
La Torre 1 nos da más de lo que creemos, cuando tengas la oportunidad de volver… simplemente calla tu mente y escucha con tu espíritu, no sólo con los oídos, ni solo veas con los ojos, ni simplemente sientas con tu piel o saborees con tu gusto… abre el alma y descubre que eres más de lo que crees, y la Torre 1 simplemente te lo puede recordar…
Ro