Cómo no maravillarnos con un espectáculo de verdes que se van intercalando en las ondulantes montañas que se extienden hasta donde nuestra vista llega
Cómo no perdernos en una mirada que se humedece con una lagrima que evidencia nuestra sed por disfrutar lo simple, lo sencillo, la grandeza de lo que podemos tener al alcance de pedalear un poco y abrir los ojos a algo más allá de la pantalla del monitor que nos domina todo el día o la mini-ventana de un aparato que lo es todo menos un teléfono
Cómo no dudar de pensar que lo que realmente nos alimenta es de lo que menos comemos.
Cómo no pensar que lo que hacemos puede no ser lo que realmente nos puede llevar a ser lo mejor que podemos ser
A ver… date 20 segundos … mira la toma… y ahora dime tu… ¿Cómo no?