Es impresionante lo que puede pasar por la vida de uno en 2 meses, 8 semanas, 60 días…
Inicio de un nuevo ciclo escolar, con una nueva oportunidad de trabajar en algo que me gusta y no me acordaba… impartir clases, la materia no es lo importante, más que el hecho de compartir lo que uno sabe, lo que uno vive y ha vivido a lo largo de más de cuatro décadas…
Un par de bodas que se me escaparon, pero en las cuáles derramo mis buenas vibras, oraciones y bendiciones, para que eso por lo que algunos valientes apuestan como una propuesta y plan de vida en comunidad se logre, consolide y los haga crecer y desarrollarse hasta donde puedan realizarse…
Un funeral, que me tocó muy, muy cerca… y con el cual experimenté y aprendí lo que este hecho natural acarrea, no es la muerte de alguien solamente, es la pérdida de algo en cada uno de los que viven a su alrededor, es una cuesta que a unos les tomará más tiempo superar, a otros menos. Habrá algunos que le den la vuelta, pero a la larga, siempre tendrán que pasar por ella…
De todo esto, uno que les escribe aprende y no dejo de maravillarme por la riqueza de este bagaje de experiencias. Y todo en mi andar aderezado con esta pasión que es rodar… Varias rodadas ha pasado, unas cortas como un chubasco tapatío que te moja hasta los huesos para dejar luego un sol que te seca y quema. Rodadas tranquilas, otras no tanto, otras más largas, otras como dice Liz: “guapachosas!”
Vinieron las Tres Torres 2016, y se fueron, con una gran experiencia entre amigos, apoyando a los retadores trestorreros, gozando con ellos su logro, su esfuerzo, su promesa de volver! Aderezada la experiencia por compartir con grandes voluntarios, con mi amore, con compañeros y amigos y amigas de la ruta, de la vida. Aportando nuestro tiempo, nuestros gritos, nuestra guía para que estos centenares de colegas pasaran una aventura de un día que dudo olviden en mucho tiempo.
Rodé con viejos amigos (no por la edad sino por el tiempo de conocerlos, no sean gachos…), verdad Marcos? Recorriendo estos conocidos caminos que siempre lucen diferente. Sendereamos bastante, en este bello bosque la Primavera, tan nuestro y ajeno, que algunos todavía se esfuerzan por arrebatarlo a todos, olvidando que el bien de la mayoría debe estar por encima de los caprichos de unos pocos, nos esta costando hacerlo valer, pero será logrado.
Llegó el querid
o y temido Vallartazo, un clímax en este año bicicletero (que chida palabra… digan lo que digan los snobs tapatíos adoradores del automóvil), en compañía de una cuarentena de ciclistas amigos, y guíados por el tlatoani Kaiser, rodante de cientos de rutas, con la paciencia que se alimenta entre esas montañas, regalos de dios, con el esfuerzo que nace de la voluntad de cada uno de los que tal cual, “paga para sufrir” pero que atesora cada gota de sudor y las resignificamos con las risas, las anécdotas (verdad Gisela) y también con una que otra cerveza…
Torre2, Brujitas, la Hermosísima, el espinazo, la mosca, a michas y completa, la Torre 3, Glorieta, Vaca muerta, Bugambilias y, el año aún
no termina, vienen días y vendrán rodadas. Pero algo que también se aprende a vivir cuando vas sobre tu alumínica… despacio, que llevo prisa, al día hermano, vive al día, disfruta tu presente al máximo y no te deslumbres con futuros que no existen, ahora la rodada del día, tu sigue rodando, que la trepada, que la bajada, ahí están, y a ellas llegaras, no te preocupes… jeje.
Ro
Y a seguir con la vida disfrutando cada momento , venga como venga. Salud por la vida ¡¡
De acuerdo contigo Ro, muchas cosas suceden en 2 meses y no queda más que tratar de aprovecharlo lo mejor posible….