y despues de rodar

Habiendo rodado siempre viene el momento de volver. La batería se ha recargado, DSCF7678los pulmones se han llenado de oxígeno, la plática ha fluido, junto con los silencios, cual dos corrientes en un océano, que son las varias amistades que comparten una ruta. La corriente de los silencios que brotan en los momentos en que tenemos que mantener una concentración extrema para poder pedalear de la manera más óptima para superar una trepada. Y la corriente de la plática que nos acompaña en momentos en que si podemos hablar sin perder la cadencia o, la vertical.

Ahora parece que damos la espalda a las brechas, los senderos. El esfuerzo ha quedado atrás, y lo más probable es que venga un descansado regreso al punto de partida. Pero esa no es la franca realidad. Si bien vamos “de regreso” a las calles, a los deberes, a la familia, el ciclista verdadero no deja de serlo al bajarlo de la bici. Porque ahora ya trae una visión diferente, una forma de ver al mundo más completa, claro!, ha tenido la oportunidad de descubrir nuevas perspectivas. El valor de una bocanada de aire en el momento preciso, la perspicacia de mover su cuerpo para evitar una rama y a la vez sortear un vado en el sendero. La sutileza de evitar una palabra cuando aún no es el momento adecuado.

También descubre que es necesario saber lo que motiva a un compañero a desviarse cuando va adelante, de la misma manera que ahora en las calles puede intentar empáticamente desacelerar su auto para evitar un bache o permitir a otro conductor salir de un atolladero. Ahora descubre que las calles no son para la circulación del auto (aunque entes malignos así nos lo digan a cada momento), sino que las calles son simplemente las venas y arterias de una ciudad. Y que lo que uno necesita es regresar a lo simple, a las distancias cortas, al vecindario, a la humildad de evitar valorar a una persona por las letras que lleva tu carro en la trompa o en la cola…

Cosas tan llanas, tan simples, tan de sentido común que son rescatadas para nosotros que vamos rodando de regreso, a dónde no dejaremos realmente nuestro jersey y casco guardados, los seguiremos llevando, pero de una manera un poco diferente…

… o no?

Ro

One Reply to “y despues de rodar”

Responder a Ro Castillo Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

Atemajac de Brizuela, la rodada (II)

Domingo 24 de enero 2010. Son las 12:00 del día aproximadamente. Es momento de continuar la rodada. Tomamos rumbo hacia una ranchería llamada San Francisco, ya en el camino hacia la piedra balanceada, que sería la mitad de nuestro recorrido. Pero llegar a este punto exige del ciclista un gran esfuerzo, una empinada subida de […]

Abriendo camino…

Así sucede día con día, quizás desde el carro nos los vemos, pero no por eso no existen. Afortunadamente para ellos, esta la bicicleta. Pero lo mejor seria si los que tenemos automóvil, en ejercicio de nuestra libertad y con sincera voluntad, pudiéramos salirnos de esos carriles de “alta” y nos cambiáramos a diestra. Estoy convencido […]

De regreso a las rodadas….

Y si, era una mañana fría, de esas sabrosas para tomar la bicicleta e internarse en el bosque… casi nada ni nadie estaba despierto. Solo se escucha el caucho de las llantas de la bici rozando con la tierra y las piedras del camino, y mi respiración traspasando el tapabocas que he armado para cubrir […]