Parajes

Quién pudiera imaginar estos parajes que, a primera vista parecen desolados, pudieran estar llenos de tanta vida, tanta diversidad, tanta grandeza y a la vez tanta humildad.

 

 

 

 

 

 

Mi bicicleta me llevó a este camino. Bueno, en el marco de la ruta San Luis Potosí a Real de Catorce que organizan los bicialchólicos. Acompañado de otros cuarenta ciclistas aunque no se vean en la toma. Esto es algo de la magia de rodar. No me canso de decirlo si ustedes no se cansan de leerlo; pero es la verdad. Rodar en bicicleta es un deporte pero también es algo más. No lo podemos describir de una forma fácil, y seguramente es algo que no se puede entender por los que nos escuchan, nos leen, nos esperan. No mientras no lo hayan experimentado por sí mismos.

Aquí me toca hacer mi mejor intento por traer con palabras y algunas imágenes estas sensaciones, estos pensamientos, estos sentimientos que en el momento de ir sobre la “rila” me hacen sonreír al pájaro que veo volar cerca de mi al pasar, o maravillarme de ver una pequeña flor que va surgiendo entre dos rocas que hay a un lado del camino. También trato de expresar lo que mi alma vibra, produciendo esas tímidas gotas que lubrican mis ojos al contemplar este camino recto que se va alejando y alejando hacia la colina que se ve allá adelante… borrosa como mi vista hasta que me limpio los ojos, y me sonrío a mi mismo.

Respiro hondo, me paro en palancas para trepar ese último tramo de un lomo en el camino y veo atrás, creo ver unos pequeños puntos de color al final de la recta que acabo de rodar y al frente, muy lejos para distinguirlas, pero si identificar, otros puntitos de color que son otros ciclistas que van más adelante de mi. Ahí vamos, entre paraje y paraje, acumulando sentimientos, alimentando nuestra alma, que se llena de imágenes, de sonidos, de sentires, de calores, y de fríos, de compañías y soledades durante el camino. Y cada uno nos va entregando un pedacito más de este pequeño rincón del universo preparado únicamente para nosotros que nos atrevimos y convencimos de rodar por estos parajes de dios!

 

Ro

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

Las clásicas siempre lo serán

La rodada a Bugas, es una clásica para mí y varios de mis conocidos…Bugas de Bugambilias (ok Patux?), una trepada para valorar lo que es la bicicleta de montaña y agradecer el contar con 24 velocidades, al menos, en la rila.Bugas es una clásica porque no es de temporada, sea verano, primavera, otoño o invierno, llueva, haga sol, este húmedo o seco, siempre […]

Cuando rodar es mas

Es algo que va adhiriéndose a tu forma de ver las cosas. Tanto que ya luego ni cuenta te das. Y no está de más recordar cuál es esa herramienta que te permite nutrir tu experiencia de vida más aún. Un paseo es una nueva aventura, aunque transites por un camino que ya conoces. La […]

Arcediano, el reto que no parecía

Existe un rincón en nuestra ciudad que no me había tocado conocer. El puente de Arcediano, en las comisuras de la barranca de Huentitán. Tan cerca y tan lejos de la urbe. Tan cerca porque no son ni 5 kilómetros lineales, aún bajando de 600 metros hasta la base, tan lejos, porque recorrer este camino […]