Estos días de lluvia

¿Cómo está el bosque estos días para rodar? Según recuerdo estos días son frescos por la mañana. Hasta una suave brisa puede acompañarte mientras alcanzas más altura. Las cimas de los cerros se cubren con una neblina suave y que le da un aire “etéreo” a tu rodada ¿no?

Recuerdo haber llegado a la cima de una de las montañas y poder ver que estaba en un mundo diferente, un mundo tranquilo, un mundo en paz. Un azul magnífico y puro, no había fronteras y solo las silentes puntas de las montañas más altas de mi tierra asomaban sus superficies cubiertas de verdes bosques.

Cuando sales de esa ensoñación y decides regresar al “mundo”, en estos días, de nubes tempraneras y la brisa generosa, retomar el camino es un regalo, el cobro de unos minutos de frío, en lo que retomas el calor mientras vas adquiriendo velocidad es simplemente una oferta de la vida.

Si de suerte pasas por un charco de lodo, no tienes más que sostener con firmeza el manubrio y esperar no derrapar, para continuar el regreso, ya al final, cuando la rodada termina, recuerda limpiar el lodo de la bici, y ya entonces, con orgullo saber lo cerca que estas ahora de la madre tierra… en los codos, las manos, la cara, la ropa, y una que otra pizca que aún masticaras a media tarde…

…Hasta la próxima!

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