Hoy participé en una rodada de esas que suelen perdurar en la memoria por muchos meses, sino años Coincidimos una docena de ciclistas. Esta vez no fue tanto la ruta, que en sí misma es una ruta muy recomendable, como lo podrán ver aquí que, incluyo la parte que yo rodé. Me faltó rodar unos 20 kilómetros que otros de los compañeros de esta ocasión rodaron:
Como les decía, hoy además de la ruta, fue la experiencia vivida durante algo así como tres horas durante el arranque de este domingo.
Ciclistas de montaña de diferentes grupos reunidos para una rodada. Fuimos llegando a destiempo quizás, Tequila Bike, Intel, amigos de los amigos, nos acompañamos durante parte de la rodada, por unas u otras, tomamos veredas diferentes en ciertos puntos, para luego reagruparnos en puntos que aunque no habíamos definido, sabíamos que eran los puntos para reagrupar. Conforme rodamos, ya no fuimos de “varios grupos”, ya no sólo éramos Tequila Bike, o Intel u otro, eramos “el grupo”, con el Beto, el Alex, Carlos, Sabas, el sobrino, los Rober,el Paco, Fer, Pepe, el Ro, Mario, Juan… compartiendo los bellos senderos del bosque La Primavera, las clásicas rutas, como la Mosca o Toboganes, la hermosísima, unos siguieron a los Toboganes viejos, otros nos fuimos al Angel, cruzamos la Cebada, cruzamos los caminos con otros ciclistas que también rodaban este día.
Durante la rodada fuimos platicando, entresacábamos anécdotas y consejos, carrillas y bromas del momento y nos guiábamos durante el recorrido. Lo de siempre, al sufrir una descompostura, alguien levantaba la mano y ofreció apoyo, en ocasiones el grupo continuaba a la espera de que nos alcanzaran y en otras era la razón suficiente para detener la rodada unos minutos para retomar aire y reagrupar.
Esto amigos, es el puro espíritu del ciclismo de montaña, del MTB, de salir de nuestra cáscara urbana y hacernos uno con el bosque y en el camino, aprovechar y darnos cuenta de que no vamos solos, que va Rober, que va el Fer, un poco adelante, jeje, pero ahí va. Que vienen Carlos, Juan, Sabas… y otros tanto que no sé su nombre pero que compartimos esta misma magia, este mismo gusto por ya no hacernos al bosque, sino traer la montaña y los senderos a nosotros mismos. Gozar con los amigos, hacer que estos minutos se conviertan en horas sobre la bicicleta, entre las brechas, las colinas, las bajadas y las trepadas, se hacen días y semanas en los recuerdos y las pláticas futuras, y es entonces que descubrimos que es algo que no inició y terminó en una rodada más sino que es un continuo de experiencias, de enseñanzas y de impulso para compartir con los que nos rodean, no sólo por hablar de lo que es rodar en bicicleta por la montaña, sino lo que esto nos trae a nuestras vidas, en motivaciones para ser mejores, por batir tiempos, por cuidar de tirar basura en la calle, por preguntar al otro “¿todo bien?” al llegar a la oficina o a la casa… estos es el puro espíritu del MTB.
Ro
Excelente lectura Ro, y de verdad envidia de la Buena, hace un buen que no ruedo en la primavera, espero pronto acoplarme y los visite…
Sera excelente compartir las rutas… ya sea en BLP o que nos compartan las rutas por los rumbos Tlajomulquenses… :o)