Atemajac de Brizuela, la rodada (II)

Domingo 24 de enero 2010. Son las 12:00 del día aproximadamente. Es momento de continuar la rodada. Tomamos rumbo hacia una ranchería llamada San Francisco, ya en el camino hacia la piedra balanceada, que sería la mitad de nuestro recorrido. Pero llegar a este punto exige del ciclista un gran esfuerzo, una empinada subida de una par de kilómetros que saca las gruesas gotas del esfuerzo que da rodar de subida al pleno sol de mediodía.

Ahí se marcó un cambio en el itinerario, varios de los nuestros eran nuevos en la ruta y decidimos hacer una variante para bajar a Juanacatlán por una ruta no tan técnica, mientras otros disfrutaban de un single track entre pinos y sorteando rocas sueltas por una vereda que los ticos dirían, creada por bueyes!
Bajada a Juanacatlán con mas regalos, una vista majestuosa del nevado a lo lejos, como invitando y retando a la vez a que vayamos a él. Pero esa será otra ruta. Ahora estábamos terminando una ahí, en Juanacatlán, y otros se aventaban un regreso “resumido” por la asfáltica hasta Atemajac.

 
Una aventura nueva que concluía. Tal vez no con el plan inicial, pero que de igual manera nos dió la satisfacción del reto superado, de la meta arañada con cada pedaleo, con las sonrisas de los compañeros de travesía motivándonos y, un corazón que bombeaba sin parar, no sólo sangre al torrente, también bombeaba alegría por compartir, entusiasmo, satisfacción, anhelo por continuar.


Y al caer la tarde nos encontramos todos departiendo y compartiendo lo que se convirtió para mí en la primera rodada de un nuevo grupo que se anima a surcar los caminos que la naturaleza tiene tendidos para nosotros, que no nos conformamos con llegar, sino a llegar por nuestro propio esfuerzo, exigiéndonos un poco más a nosotros mismos por el simple gusto de que sabemos de que podemos pedirnos ese extra.
Soy optimista, creo que este fue un buen inicio para que este grupo tome los caminos de vez en cuando, rodemos, aprendamos, conozcamos a los otros un poco más y a nosotros mismos mucho más. Ya veremos cuando coincidimos nuevamente, pronto espero yo.

Ro

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

Chapaleando

Afortunadamente la vida tiende a ser más un ser como un “stand up” (improvisando), que una obra de teatro (seguir un guión). Cada uno de nosotros tiene ese libre albedrío para ir moviendo el timón hacia un lado o hacía el otro. Claro, como humanos que somos, no tenemos el completo control de lo que […]

De libertades y consciencias

Siéntete libre. ¿Por qué? Porque lo eres, simplemente por eso. ¿Te das cuenta de lo bien que te sientes cuando ruedas en la bici? Una ruta nueva es una aventura llena de emoción. Una ruta que vuelves a rodar es una experiencia llena de anécdotas y de resignificados. Vas en bola y el rumor de […]

Bicicleta, naturaleza y futuros

El ciclista que gusta de rodar en la montaña, se hace uno con el ambiente, cruza sin pretensión, busca el sendero en lugar de abrirlo. Rueda al cobijo del árbol y la maleza, sortea el tronco caído honrando su existencia. La bicicleta en la montaña es tu seguro, algo así escuché el día de hoy […]