Abriendo camino…

Así sucede día con día, quizás desde el carro nos los vemos, pero no por eso no existen. Afortunadamente para ellos, esta la bicicleta. Pero lo mejor seria si los que tenemos automóvil, en ejercicio de nuestra libertad y con sincera voluntad, pudiéramos salirnos de esos carriles de “alta” y nos cambiáramos a diestra. 
Estoy convencido de que el día que cada uno de nosotros al menos haga ese cambio al carril de “baja”, todos podremos ir por la misma rúa a una velocidad más eficiente, no mayor ni menor, sino a una velocidad más adecuada a nuestra naturaleza de ser humano. 
Podremos mirarnos con más calma, vernos con amabilidad y, con tranquilidad desearnos un buen día  unos a otros con sinceridad. Ahora nos toca a nosotros, que tenemos auto, ahórrate la gasolina de un día, y súbete a la bici, al camión o pide un aventón.
Y propón, el mundo esta ávido por escucharnos, mientras más propongamos el cambio, más posible será.
Ro

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

Bajo el sol

Por un momento me vi así. Simplemente ahí. Sin ruidos de la ciudad, un aire fresco que no se parecía mover. El sol en todo su esplendor ahí arriba. Viéndome simplemente ahí. Yo estaba esperando a los demás que se habían detenido creo que ha tomar algunas fotos. Y Manuel allá adelante esperándonos a todos, […]

Deja que la rueda ruede

Deja que la rueda ruede. Puede ser un buen dicho para cuando vamos arriba de la bicicleta. Puede ser también una frase que empondere tu vida. A veces, muy seguido, vamos en el serpentín de los quehaceres y ni cuenta nos damos de lo que estamos haciendo, viviendo.       En un instante, mientras […]

Ahora si rodé

Y fue una delicia regresar a cruzar la “Mosca” y de ahí apuntar a “Toboganes”, para terminar por la ruta llamada (con mucha razón) la “Hermosísima”. Fue reencontrarme con un viejo amigo, fue reconocer un camino tantas veces andado, o mejor dicho, rodado…Fue sentir la libertad de apretar el pedaleo cuando me latía que debía hacerlo o simplemente dejarme llevar […]