Me salté una semana para mover el blog, pero bueno, aquí sigo, para bien o para no tan bien… No obstante, pasaron varias rodadas acumulando mas kilometraje a mi rodar. La Torre 1 en el bosque la Primavera, la que se esta convirtiendo en una clásica para moverse a media semana, la rodada del Tesoro, las cotidianas citadinas, que son ya parte de una rutina para transitar de una manera alterna, mas ágil y mas amable para la ciudad.
Paso también el día de la Tierra, creo que ya con tantos “días” uno mas o uno menos pasa desapercibido, sobre todo en esta Guadalajara, en que coincidió con el aniversario de las explosiones de Gante. Y muchos estaban entretenidos en “remover” sentimientos o mas bien resentimientos (medios de comunicación y asociaciones civiles en vías de extinción) y otros mas preocupados en pasar la fecha sin altercados (políticos). Pero bueno, un grupo de compas nos enfundamos en la idea de poner algo de nuestra parte, mas allá de la foto y nos lanzamos a trabajar un rato en el bosque. Y que mejor que aprovechar la ocasión y convocar a una rodada para llegar al lugar.
No importa que esta vez hayamos sido pocos, en este caso lo importante es que aun fuimos. Me parece que eso es lo mas valioso.
Así también, es como veo que los ciclistas van apareciendo cada vez mas en el horizonte de mi ciudad. Y mas ciclistas, poco a poco, en función mas de la economía que de la consciencia, atendiendo las sugerencias de vestir indumentaria que provea mayor seguridad para si mismos y los demás que comparten las calles y banquetas. Mas cascos en las cabezas, mas luces en los cascos… mas sonrisas en los rostros.
Por lo pronto no queda mas que seguir haciendo simplemente lo que me gusta hacer… rodar por la ciudad, rodar por las brechas, subiendo y bajando, rodando hasta el siguiente alto en el camino, para tomar aire y seguir hacia donde nos lleve el siguiente rodar.
Rogelio