Retrospectiva de un viernes tempranero…

Excelente día, amanece frío, mas no helado…

Después de recorrer algunas calles del sur de la ciudad, enfilo hacia el bosque. Ahí me esperan el Rober y Boni, listos ya para enfilarnos por la subida hacia el 8 1/2. Marcan las 7:45am y el sol ya esta en franco ascenso, dando un poco de calor en esos prados en donde las sombras ya se han retirado. Seguimos rodando en una cadenciosa subida que no se nota mucho a la vista, pero el Boni si la resiente en el pedaleo… es el cobro de su bici por esas semanas de uso como perchero, je je.
Ya marca el odómetro los 7 kilómetros y fracción cuando llegamos a la entrada de la ruta “del Angel”… por qué “del Angel”?, no lo sabemos, pero no creo que sea por que sea como volar… es una subida también, que exige en un par de puntos un poco más de lo que uno esperaría… eso si, el paisaje que nos rodea es un pequeño paraíso 🙂

Llegando al final de esa ruta, tomamos rumbo al espinazo tan solo para regresar en una vuelta por una hermosa ruta de bajada, llena de curvas y mini columpios, que no se sienten con la velocidad que tomamos, y tras un par de caricias de las ramas bajas de los pinos que nos hacen valla, llegamos de nuevo al camino “ancho” que nos regresa al 8 1/2, y de ahí a la caseta de entrada (“Postes”)

Así, desde temprano, sentimos el frillito, el viento fresco, la energía de la subida, la exigencia de la pendiente y la adrenalina de la bajada… y lo mejor, no son ni las 9:00am, el viernes… apenas empieza 🙂

Ro

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