Cronica de una trepada como pocas

7:15 am: Las bicis ya están sobre el pavimento, a media cuadra del atrio del templo en la plaza central de San Miguel Cuyutlán, en Tlajomulco. Los que estamos, Fer y yo, partimos tomando la calle hacia las faldas del Cerro Viejo, a la primer cuadra inicia la trepada, jeje. Nos nos quiere dar cuartel el guardián del sur. No bien paso la unidad deportiva, a 5 cuadras del templo, es ya la última construcción antes de tomar el camino que apunta a las antenas…

7:45 am aprox. Que rápido pasan estos primeros 30 minutos. Esta foto muestra la vegetación que nos rodea al arranque de la rodada… arbustos espinozos y chaparros, piedrillas sueltas, mezquites…

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7:55-8:00. Diez minutos después, el terreno empieza a cambiar… sigue subiendo, ahora rodeándonos árboles de corta estatura y tierra que empieza a tornarse marrón y más pastosa luego de las lluvias de los últimos días…

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Aprovecho para tomar un breve respiro, bajar la frecuencia cardíaca y antes de retomar el pedaleo, le doy un vistazo a la meta, unos 7 kms de recorrido, aún 700 metros por trepar:

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8:50am: Luego de pasada la primera hora y media de rodada, tomo pie a tierra, las trepadas se han ido relevando una a la otra sin dar descanso, por lo que decidí tomarme yo uno por mi cuenta, pero eso sí, sin detenerme, seguir caminando, o trepando debería decir… al querer retomar pedales me doy cuenta que mis zapatos están rellenos de tierra pastosa, lo cual impide “engraparme” a los pedales por lo que aprovecho para sentarme y limpiarlos con un par de ramitas y piedras que me proporciona el camino. Aquí fue un excelente momento para tomar este par de fotos…

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El entorno ha cambiado nuevamente y ahora estoy inmerso de lleno en un bosque maduro de robles, que lo llenan todo, sólo dejando el espacio suficiente para que las nubes circulen con su carga de humedad que hace que el verde surja en cada recoveco y laderas que me rodean a cada lado, hacia arriba y abajo.

9:45 am. La magia lo llena todo, el bosque susurra en cada curva del camino, alguna ave canta por ahí escondida en las ramas de los árboles, y de pronto, luego de una de las más largas y pesadas trepadas, a unos 2 kilómetros de la cima me topo con esta toma, como sacada de alguna historia de gnomos, duendes o hobits:

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10:12: La cima!, las antenas!, los llanos que coronan al Cerro Viejo!, aquí voy llegando, unos 30 minutos después del Fer. Pero entero y con la sonrisa en mi rostro por cumplir nuevamente este reto personal, y como un plus que me deja disfrutar el Viejo, y mi tierra… una toma como pocas:

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El valle allá abajo, cubierto por rabos de nube (como cantara un “tal Rodriguez”), ni el mejor guionista hubiera previsto un culmen como tal.  Ya aquí, bien fue tomar unos minutos para retomar energías, platicar un poco las anécdotas de la trepada hasta que marcamos el regreso “por donde vino”, jeje, como en las buenas partidas de dominó.

Y ahí vamos, empujados por la misma gravedad que nos ponía el peso en la trepada, ahora nos empuja traviesamente obligándonos a “quemar balata”, a ir sin descanso mirando cada centímetro cuadrado que tenemos enfrente, rechinando diente mientras los puños se engarrotan y los músculos de los brazos van quemando del esfuerzo de apretar manos y guiar el manubrio sin perder la vertical…

11:15 am: Plaza de San Miguel… lo logramos, subimos, bajamos, sin caídas, algo cansados pero no agotados, con el sabor de la victoria (y no precisamente una cerveza), y satisfechos por lo completado, momento de regresar a casas, subimos bicicletas y así como llegamos, vamos de nuevo tras el siguiente reto…

Salud!

Ro

4 Replies to “Cronica de una trepada como pocas”

  1. Fotos muy chides Ro, especialmente las dos ultimas, y bueno ya nos estas acostumbrando a la buena redaccion de esas cronicas vivenciales que nos ilustran, con detalles finos y acertados, lo vivido y sentido en esos recorridos.
    Comentar que el dia estuvo excelente para rodar y que al parecer esta sera, si no la ultima, una de las ultimas oportunidades de rodar el Coloso, practicamente en lo que resta del año o hasta que las lluvias se terminen.
    El lodo que nos encontramos, aun nos dejo rodar ayer, pero un par de lluvias mas y eso sera si no imposible si muuuuuy dificil de rodar 🙂

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