Cómo reiniciar?

No me pregunto como retomar la rodada, eso no lo he perdido. Afortunadamente sigo rodando, en calles y brechas; subiendo y bajando. En la ciudad y en la montaña, atravesando estacionamientos o pueblos; en solitario o en compañía de otros.

La bicicleta es parte mía, o yo soy parte de ella, eso no es lo que me trae en esta ocasión a este rincón de mi universo. Lo que me mueve hoy es regresar a este espacio, en donde la aventura se transforma anécdota. No estoy queriendo decir que si no escribo sobre una rodada, no hayan valido los pedalazos. La historia esta allí, seguirá latiendo, pulsando, y se quedará en el trazado del espacio-tiempo por la eternidad.

Hoy vengo con la inquietud de cómo se puede lograr que una historia consiga ser leída. La experiencia vivida crece y logra realizarse en cuando se revive en la mente y el corazón de quien lo lee. Últimamente me ha costado más trabajo hacer esta transmutación y no tengo claro porque. Pero no me quiero entretener mucho en buscar una razón de esto. Mejor me enfoco encontrar el camino para volver a esta increíble aventura de transformar las vivencias en palabras y que luego éstas regresen en forma de sentimientos en las almas de quienes leerán estas líneas.

Porque la materia prima que alimenta mis líneas y mis ideas son momentos y son instantes que se unen y se separan en el tiempo, en el espacio pero además en el alma y la mente de quien los comparte aunque no lo haya rodado conmigo pero que luego me acompaña desde el otro lado de este papel virtual que hoy llamamos pantalla.

Mucho he rodado durante los últimos meses, en las calles de San Luis Potosí, en la sierra de Jalisco. 

Durante el primer día de la épica rodada del Vallartazo, en medio de la sierra costa de Jalisco

Bajo el radiante sol o cubierto por mantos de nubes, atravesando el polvo que levanta un compañero ciclista que cruza una vereda seca o la fina cortina de una lluvia cuando voy llegando a ese pueblo casi fantasma.

En la rodada multigrupos de San Luis Potosí, dejando las colinas de Heidi…

Los momentos han sido muchos, las anécdotas aún más. Y ya va siendo momento de que haya sido lo que haya sido, debe quedar atrás porque aparte de compartir la ruta con mis amigos de Guadalajara, de San Luis Potosí (aunque sean de Zacatecas, jeje), o viviendo una rodada en solitario. Me gusta y me alimenta el alma poder compartirlo con ustedes, que se animan a leer unas líneas, que van más allá de los 140 caracteres o que superan la extensión de una cadena de whatsapp. Sólo espero que se diviertan unos minutos, se asombren o simplemente se les mueva un poco el corazón y al menos poco a poco les de por desempolvar esa vieja maquina que grita en silencio en su patio, su pasillo o debajo de la escalera…. “Ya vamos a rodar”!!!

Ro

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