9 en el camino a la Torre 3

9 retos, 9 metas, 9 caminos…

Alcancé a los otros en el 8 1/2 a las 7:30 de la mañana ese sábado. El reto para este día: Llegar a la Torre 3 (San Miguel) y regresar… medirnos para el reto de las tres torres, o simplemente rodar!

Apuntamos nuestras monturas por el camino ancho (Conocido como Mariano Otero)…. y llegamos al árbol que marca el final de toboganes… raudos y veloces pasamos por ahí, tanto que en un mini-vado del camino, relleno de polvo y tizne caí cual largo soy… jeje, que mejor manera de justificar mi rodada de sábado que llegar a casa cubierto de esa capa de polvo y tierra… y la satisfacción de poder contarla…

Seguimos rumbo a obsidianas y bajamos con el cuidado y respeto que esa ruta amerita… tan sólo para darme cuenta al final que ya iba ponchado… no yo, la llanta trasera de mi bici… 😛

Zman despachó al grupo para que no perder más tiempo y rápidamente cambiamos la llanta. Alcanzamos al grupo y continuamos el camino para acercarnos cada vez más a la subida del cerro de San Miguel, cada uno a su ritmo y a su vez sabiendo que subíamos juntos… oh no! Otra vez… Roger ponchado… no, no es mi intención desbancar a llanta ponchada… sólo fue mala suerte 😛 y no haber inflado bien la llanta la primera vez… en fin.

Tomando fuerza del espíritu (o la terquedad dirían algunos…) monté de nuevo y seguimos ascendiendo, pedaleo tras pedaleo… escuchando el latir de mi corazón que me impulsaba y marcaba el ritmo, pase por el entronque a la cornisa tan sólo para confirmar mi deseo de llegar a la Torre… y así fue, unos minutos después, estaba departiendo con otros rodantes y los guardias forestales que amablemente nos dieron agua y ánimo para continuar la faena!

Vamos para abajo que los demás nos esperan! Nos reunimos de nuevo los nueve y bajamos por cornisa. Aventura tras aventura, rodando cuesta abajo en una saliente que te quita el aliento en momentos, ver la roca que rozas y que sale volando por el desfiladero mientras uno se concentra por no salir despedido tras ella y a la vez no darte de lleno con la pared que está del otro lado… o rebotar de mas e irse de bruces al frente… igual cada quien a su ritmo y todos juntos! Esa es la magia de rodar!!! Cada quien en lo individual, compartiendo con los demás!!!

Llegamos a Mariano Otero, y nos esperaba el regreso de unos 12 kilómetros de camino franco… y Dios, el universo, la naturaleza, como quieran llamarle nos consintió… mando al cielo nublarse y al final, nos regalo una lluvia tempranera que animo el pedaleo para terminar la ruta de Torre 3….

Gracias amigos, gracias a mi poderosa baika, hoy lo puedo contar…

Y como dicen por ahí… hasta la próxima!

Roger (el Ro) (intel) …

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