Mezcala

Un pueblo jalisciense con raíces mucho más profundas que el estado mismo. Ya estaba aquí antes que los españoles supieran navegar, y sus primeros habitantes seguramente competían con osos y leones gigantes, se nutrían con mastodontes y mamuts y compartían un hermoso lago, que quizás se extendía mucho más allá de sus fronteras actuales. Y hace unos días tuve oportunidad de conocerlo, de rodar de por la ribera del lago de Chapala y presentarme por mi mismo ante este pequeño pueblo, antes pesquero y con hoy se debate en encontrar su vocación nuevamente.

Espero que la encuentre pronto porque es un sitio que transpira misticismo y herencia. Tiene fuerza dormida y una belleza que se esconde en el olvido de su misma gente y la envidia de sus vecinos.

Llegar  y volver, es una aventura que me hizo viajar en el tiempo, había un silencio que se dejaba escuchar. Humildad que invitaba al asombro. Y en donde el mismo lago parecía cobrar mayor fuerza.

Parajes que invitan a volver. El susurro del agua, el cruzar del viento y el murmullo de mi bicicleta a través de veredas, caminos y carretera.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

De cambios climáticos y ciclistas invisibles…

El día de hoy fui a una plática/exposición sobre los resultados de la cumbre de Cambio Climático en Cancún, en donde participaron el embajador de Mexico para el Cambio Climático y el Senador por Jalisco, Alberto Cardenas Jiménez (http://www.cc2010.mx/).No voy a narrar la plática en sí, o lo que ellos compartieron y contestaron a las […]

Pinceladas de una tarde en Bugas

Nota: Bugas denota a Bugambilias, conocido fraccionamiento al sur de la ciudad de Guadalajara, que es aprovechado por los ciclistas de montaña para entrenar su resistencia y practicar el manejo al contar con varias excelentes rutas tanto para trepar como para bajar…En la siguiente imagen, dos compañeros de rodada, sonriendo aún al inicio de la […]

Con la vista al horizonte

El horizonte parece llamarme. La bicicleta me trae hasta aquí para poder descubrir esta vista, tan cerca y tan lejos de la sierra. Estamos a tan solo una colina de la ciudad. Apenas hemos rodado unos 15 o 20 minutos y nos hemos detenido a la espera de que otros del grupo terminen de revisar […]