No cabe duda que rodar en bicicleta es un regalo. Es claro para los que rodamos, no tanto para los que no se han dado la oportunidad de descubrir esta aventura y hacerla suya, hacerla un estilo de vida.
Hace poco tuve la oportunidad de disfrutar varios senderos, tal cual, acariciando apenas la sierra de Álvarez, al oriente de San Luis Potosí, capital.
Por fin pude coincidir con más Lizzards, en la que llamamos la ruta del reencuentro, después de muchos meses alejados unos de otros por esta pandemia. Nos dimos ánimo, nos protegimos y nos aventamos a rodar otra vez, poco más de 10 ciclistas desde el entronque a Villa de Zaragoza y subir un poco más allá de las antenas, allá por el campamento Tlachtli y bajar por un poblado llamado la Calera. Aquí algo de lo vivido, de lo disfrutado, lo gozado…
Algo nuevo… aún después de casi 3 años rodando por estos lares potosinos, gracias Lizzards!
Muy bien Ro
Los ciclistas no dejemos de salir a rodar, solo que con mucha precaución en las medidas sanitarias.
Gracias por compartir.